El dilema de los candidatos DC: Bachelet o Goic ¿Qué foto les da mejor chance de ganar?

El 4 de septiembre pasado, la última encuesta Adimark dejó una leve satisfacción en el oficialismo en medio de tantos autogoles o errores no forzados: que se podía decir que después de varios meses de lento, pero permanente ascenso, la presidenta de la República, Michelle Bachelet, había logrado revertir la tendencia a la baja en su popularidad, llegando a 35% de aprobación. Así, tal como había pronosticado la mayoría de los analistas, en la última fase de su gobierno la mandataria mejorará significativamente sus niveles de adhesión. Algo que no pasó inadvertido para los partidos políticos, incluso para la Democracia Cristiana cuya candidata a La Moneda, Carolina Goic, no ha podido contra las encuestas, aunque el mismo sondeo le dio la más alta cifra desde que anunció su candidatura, alcanzando un 7% entre el votante probable.

La oportunidad lo es todo. Teniendo en mente esta máxima, hace varias semanas algunos candidatos de la DC, legisladores a la reelección entre ellos, estudian la posibilidad de salir en los afiches de campaña con la foto de la jefa de Estado, considerando que sus niveles de aprobación –pese a no ser los de antes- son por mucho los mejores de la coalición y ni hablar si se comparan con los de los candidatos presidenciales de la centroizquierda. Dato especialmente interesante en un contexto en que el falangismo arriesga reducir drásticamente su bancada de diputados al no lograr un acuerdo parlamentario en el marco de la Nueva Mayoría.

A mediados de junio, casi toda la bancada se fotografió con su candidata presidencial. Sin embargo, no hay mucha ansiedad por ocupar las fotos en la campaña. Un argumento que se ha vuelto recurrente entre los parlamentarios falangistas por estos días, para distanciarse de lo que está haciendo el comando de la candidatura presidencial, es la decisión asumida por el partido de llevar por carriles separados ambas campañas, tanto con logo como con eslogan diferentes. De hecho, ya hay candidatos que han elaborado merchandising en que aparecen junto a la imagen de Bachelet. ¿Cuánto se extenderá esta modalidad? Está por verse.

Ello, porque si bien en un momento había mucho entusiasmo con esa idea, ésta podría comenzar a perder fuerza, porque el episodio del compromiso asumido por un sector de la DC con sus socios de la Nueva Mayoría para respaldar al candidato que pase a la segunda vuelta fue considerado por la propia abanderada y su entorno como una muestra de deslealtad de la disidencia. Porque aunque todos los que participaron en el acto eludieron ponerle nombre y apellido al personaje, sería la mayor sorpresa de esta elección que fuera alguien distinto a Alejandro Guillier.

La reacción de la aspirante falangista a La Moneda ha generado inquietud entre los parlamentarios, porque nadie quiere ser sindicado como instigador de la mala performance de su abanderada a la hora de adjudicar responsabilidades tras la inminente derrota electoral.

Esta semana, en una breve conversación con DF, el subjefe de la bancada de diputados de la DC, Gabriel Silber, daba una señal sutil no sólo de lo que él piensa, sino de una mirada compartida por otros candidatos y legisladores que van a la reelección en su partido, ya que advertía en relación con la mandataria que "tenemos un liderazgo que está cerca de los 40 puntos, muy por sobre cualquier otro liderazgo (candidatura) presidencial" en la centroizquierda.

Y a partir de esa convicción, adelantaba un panorama que estima necesario, si no indispensable en estos tiempos aciagos para su partido, explicando que "la Presidenta es hoy día el personaje público mejor evaluado de todos los actores políticos de la coalición, incluyendo nuestras cartas presidenciales, en consecuencia es un apoyo sustantivo. Y, por lo tanto, la Presidenta no puede ser aséptica respecto de la contingencia política. Sebastián Piñera, en la elección pasada, se sacó la foto como Presidente con todos los candidatos al Parlamento. Y, en consecuencia, creo que la presidenta Bachelet debe ocupar todo su capital político para apuntalar los liderazgos de la Nueva Mayoría".